El Parkinson no es una enfermedad de la vejez, puede afectar desde la adolescencia siendo una de las enfermedades degenerativas más comunes e incapacitantes del mundo.

En el día mundial del Parkinson, dedicamos estas líneas a todas esas personas diagnosticadas en edad temprana y que tanto luchan física y mentalmente para seguir siendo ellos mismos el mayor tiempo posible.

El Parkinson no tiene cura, aún no se sabe cual puede ser su causa, pero tras las continuas investigaciones puede determinarse sus fases. Una detección temprana, aumentaría la calidad de vida de las personas que lo padecen.

«INVESTIGACIÓN ACTUAL EN LA ENFERMEDAD DE PARKINSON: HACIA DÓNDE VAMOS»

Las últimas investigaciones sobre el párkinson se han centrado en detectar la enfermedad entre pacientes en primeras fases. 

El objetivo actual de las líneas de investigación es identificar sujetos en las dos primeras fases, antes de que la enfermedad de Parkinson clínica aparezca. Esto permitirá evaluar los mecanismos fisiopatológicos que inducen a la conversión de una fase en otra, para así poder evitarlos o paliarlos.

Diferencias entre párkinson de inicio temprano y párkinson juvenil

Párkinson temprano, hasta los 45 años

En estos casos, el inicio de la enfermedad de párkinson ocurre antes de los 45 años, especialmente en hombres (3 por cada 2 mujeres). Los síntomas iniciales de la enfermedad suelen ser rigidez y calambres dolorosos a un lado del cuerpo.

Aunque la enfermedad avanza de manera más lenta y haya menor riesgo de caídas y congelación durante la marcha, hay algunos síntomas que aparecen antes respecto a la Enfermedad de Parkinson en mayores de 60:

• Mayor riesgo de fluctuaciones motoras y discinesias a los cinco años del tratamiento que afectan a la calidad de vida y rutina del paciente.
• Mayor riesgo de trastornos de la conducta involuntarios.

Párkinson juvenil hasta los 21 años

Este tipo de párkinson aparece antes de los 21 años, son casos excepcionales (1 de cada 400 personas con párkinson es diagnosticada a esta edad). Suele manifestarse con síntomas motores como temblor en reposo a un lado del cuerpo, rigidez y alteraciones de la marcha. Pero hay dos indicios que no son comunes en las primeras fases de la enfermedad, aunque pueden aparecer en el párkinson juvenil:

• Discinesias: movimientos involuntarios asociados al consumo de medicación a largo plazo.
• Distonías: contracciones involuntarias musculares, especialmente en el pie.

Otra particularidad de los afectados por la enfermedad antes de los 21 es la importancia de la herencia genética.

Os dejamos en el siguiente enlace el caso de José, diagnosticado de Parkinson desde los 24 años.